TIPS PARA UNA ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

TIPS PARA UNA ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las dietas sostenibles son aquellas que producen “un impacto ambiental reducido y que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a que las generaciones actuales y futuras lleven una vida saludable. Además protegen y respetan la biodiversidad y los ecosistemas, son culturalmente aceptables, accesibles, económicamente justas y asequibles y nutricionalmente adecuadas, inocuas y saludables, y optimizan los recursos naturales y humanos". 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado una guía con consejos para llevar a cabo una alimentación sostenible. Ésta se basa en tres pilares:

  • Sostenibilidad ambiental: la producción de los alimentos genera un impacto en el medio ambiente (la huella de carbono, la huella hídrica, el impacto sobre el paisaje, uso del suelo, impacto en la biodiversidad…).
  • Impacto social: "se refiere a la población encargada de llevar a cabo la producción de alimentos, las condiciones laborales dignas, los salarios justos, la fijación de población rural…". 
  • Sostenibilidad económica: "afecta a las relaciones equilibradas con los proveedores, el pago justo de impuestos, el fomento del empleo rural en el sector primario o la resiliencia de los territorios rurales".

Debemos saber que ningún alimento ni producto es sostenible al 100%, pues todos ellos tienen algún tipo de impacto. Sin embargo, si conocemos el impacto real de los productos, sabemos qué es la alimentación sostenible y llevamos a cabo una serie de consejos o pautas, podremos minimizar el impacto económico, ambiental y social. De esta forma lograremos incluir en nuestro estilo de vida saludable, una dieta sostenible. 

De esta manera, la OCU propone estos consejos:

  • Evitar el desperdicio alimentario. Es decir, no tirar la comida. 
  • Reducir el consumo de alimentos de origen animal. El consumo actual de carne está por encima de las recomendaciones nutricionales. Es por ello que recomiendan minimizar el consumo de alimentos de origen animal (sin llegar a eliminarlos, pues son necesarios). Además la ONU defiende que si reducimos el consumo de carne a nivel mundial podremos ayudar a reducir el cambio climático.  
  • Comer carne de más calidad. Cuando decidamos consumir alimentos de origen animal, debemos asegurarnos que los animales procedan de producciones extensivas, de pasto.
  • Elegir productos producidos de forma agroecológica: con etiqueta ecológica, sin pesticidas, cultivo racional…
  • Consumir productos locales o de proximidad. Esto disminuye el impacto ambiental y mejora el impacto económico y social. 
  • Consumir productos de temporada. De esta forma obtendremos alimentos de mayor calidad y mejor precio. 
  • Evitar los alimentos transportados en avión, puesto que aumenta el impacto medioambiental, provocando la huella de carbono. 
  • Apostar por el comercio justo. De esta forma favorecemos la sostenibilidad social y económica en los países productores.
  • Comprar menos productos procesados y priorizar productos frescos en la dieta.

Y vosotros, ¿os animáis a incluir alguna de estas pautas en vuestro día a día? Únete a la vida sana, empezando por una dieta saludable, equilibrada y sostenible.

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