Lechuga
La lechuga se caracteriza por ser un alimento alcalinizante, remineralizante y refrescante. Es una hortaliza compuesta principalmente por agua (94%), celulosa (0,6%), glúcidos (3%), lípidos (0,2%) y prótidos (1%). Sin embargo, también proporciona varios minerales y oligoelementos como el potasio, calcio, fósforo o magnesio.
La lactucarium y los flavonoides son otras dos sustancias presentes en la lechuga. Gracias a ellas, esta hortaliza tiene propiedades calmantes sobre el sistema nervioso y propiedades antioxidantes.
Su consumo ofrece varios beneficios como por ejemplo, combatir el estreñimiento y la anemia, controlar el colesterol alto, regular los niveles de azúcar, prevenir la osteoporosis y el cáncer, y combatir los radicales libres. Además, debido a su alto contenido en ácido fólico, la lechuga es un alimento recomendado durante el embarazo y la lactancia.
El consumo más conocido y común de la lechuga es cruda, aliñadas en ensaladas. Sin embargo, también es posible consumirla asada o al vapor.